Otra vez será...

Los clásicos se ganan y Barrilete lo hizo. Con armas muy parecidas a la de su histórico rival, demostró en el verde césped que está para pelear por el ascenso.

Desde el cambio de cancha en la semana que el clásico tuvo todos los condimentos para ser un partido aparte. El aislamiento que significa jugar en cancha 7 fue el contexto óptimo para vislumbrar la preparación de cada uno de los equipos.

Barrilete sufrió bajas por doquier, sólo 13 jugadores disponibles, debido a lesiones y ausencias de último momento. La adversidad cargó de fortaleza al equipo en la previa y la preparación profesional del rival daba cuenta de lo que significa el clásico para ambos equipos.

Como ya se dijo en la previa, la lucha por el ascenso está que arde y Costa Rica había hecho muy bien los deberes al ganar entre semana y recuperarse de dos derrotas al hilo. Los DTs estudiaron al rival y plantearon un partido para tratar de anular la estrategia y las individualidades del rival. Punto para el trio.

Las cartas en ofensiva iban a aparecer si se logaraba contener los pelotazos a la espalda de Pablito, Germán, Seba y Diego. Román, el 10 tico, fue el mas peligroso en los primeros 10 minutos, con tres desbordes picantes que se diluyeron por su falta de presición para tirar los centros y encontrar un compañero libre.

La jugada mas clara de los Ticos en el primer tiempo llegó vía aerea, un gran cabezazo de uno de los centrales tenía destino de gol, pero Diego alcanzó a peinar y forzar que la pelota dé en el travesaño, pique en la línea y termine siendo rechazada por Cone en el area chica.

Costa Rica siguió empujando pero cada vez con menos claridad, Barrilete empezó a ganar la pelota en el medio y aprovechar los espacios que se generaban en el campo contrario tras el adelantamiento de la línea media rival. Miguel comenzó a ser una pesadilla por los costados.

Cone logró desbordar tras una sesión de Marce y César no puedo anticipar al defensor para empujar la bola hacia la red. Una buena señal para el verde fue la salida del 32, delantero picante si los hay, una lesión en la rodilla lo obligó a abandonar la cancha y Barrilete ganó seguridad en defensa mientras los Ticos se rearmaban en ofensiva.

Los últimos diez minutos de Barrilete fueron de lo mejor del partido. César quedó mano a mano y falló en el pase a Marce que entraba solo por el segundo palo. Santi conectó con la testa un gran centro de Migue y la pelota dió en el travesaño, Cone lo tuvo tras un buen centro bajo del 7, pero no pudo darle de lleno y, en la última del primer tiempo, Germán ensayó un pelotazo profundo que Marce consiguió controlar, ganarle en potencia a su marcador y empujar claro a la red para el delirio barrileteano.

El entretiempo dejaba un sabor amargo para Costa Rica y un aliciente de seguridad para Barrilete. Tal es así que el verde arrancó mejor el segundo tiempo, manejando la pelota arriba y provocando faltas que merodeaban el area de CRFC. De uno de esos tiros libres llegó el segundo. Cone le dió con rosca desde la iquierda y la pelota se coló por el segundo palo. La chapa marcaba una diferencia por dos que ni el más pesimista de los jugadores de Costa Rica se imaginaba. Barrilete fue amo y señor de los 10 minutos siguientes al segundo gol y la sensación en cancha era que el partido estaba liquidado.

Costa Rica resurgió de las cenizas e intercaló sus habituales pelotazos con buenas asociaciones por izquierda de la mano del 10, el 5 y el 9. Todos de buen pie pero poca precison en la tarde de hoy. El empuje de los ticos y un apuro innecesario de Hernán le dió la chance de descontar y soñar con el empate. El partido se picó al máximo y Costa Rica jugaba mas con la boca que con la pelota. El árbitro se puso la tricolor y empezó a inclinar el partido con inventos de todos los colores. Barrilete aguantó muy bien desde arriba e hizo valer la buena diferencia obtenida.

Los tres puntos quedaron en casa y el próximo domingo se viene otro rival directo, Rocamora. Mientras, es tiempo de disfrutar una victoria hermosa.

C8