miércoles, 16 de noviembre de 2011

Ni los puntos de Zaba...


Barrilete empató con el siempre difícil Rocamora y dejó escapar una de las últimas chances de pelear por el ascenso. Zaba, quién sufrió un impresionante corte en el cuero cabelludo no pudo llevarse los puntos del hospital ya que el médico le recomendó una "nueva técnica" de curación que suprime la tradicional costura.

Si de chances hablamos, la victoria en el clásico potenció la ilusión y la convirtió en objetivo. Mas allá del objetivo del año (adaptarse a la categoría y pelear entre los cinco primeros), el ascenso pasó a depender (casi) de las posibilidades del equipo. Tres partidos para lograr los 9 puntos esperar otros resultados.

Rocamora, casi fuera de la pelea por decisión propia, presentó un equipo incompleto y salió a jugar sin presión. Tal es así que los once los completaron a los 5´ del primer tiempo y apenas pudieron completar un mini banco de suplentes.

La realidad y la historia de Barrilete lo empujaban a buscar los tres puntos. Para ello el equipo intentó presionar arriba y poner la pelota en el área lo mas rápido posible. El viento lo impidió y el volumen de juego tampoco ayudó. El tridente Migue, Dami, Octavio nunca logró engranar, pero el que si se engranó fue el 27 que tuvo que abandonar la cancha tempranamente por un "extraño dolor" en uno de sus cuádriceps.

Marce saltó a la cancha pero la primera etapa se fue con una sensación de muy poco. Mas allá de un tiro al arco de Miguel, Rocamora tuvo dos claras. Una tras un tiro libre que cayó en el ángulo pero que pudo ser contenido por las manos de Hernán. La otra fue un tiro en el palo tras un cabezazo en segundo rebote. Barrilete pudo haberse ido en desventaja.

El segundo tiempo fue otra historia. La actitud se cambió y el viento ayudó para meter a Rocamora en su campo. La defensa menos vencida del torneo se hizo valer y anuló todos los intentos del rival. Seba, Chiro, Pablo, Dieguito y Zaba demostraron el por qué de la baja cantidad de goles en contra. Ni hablar de Hernán que viene luciéndose partido tras partido.

Con un juego práctico y por las bandas, Barrilete hilvanó varias jugadas para convertir. La primera llegó tras un desborde de Marce, quien sacó un centro que se desvió en la cabeza de un defensor, descolocó al arquero, pero la pelota dio en el palo. La segunda fue un gran remate de Germán que besó el parante izquierdo del uno de Rocamora. La tercera fue la mas clara, otro desborde de Marce y otro centro, pero esta vez, rasante para la llegada vacía de Cone quien, debajo del arco, no pudo desviar el balón para poner el 1-0.

Párrafo aparte para las lesiones, a la baja de Migue, se sumaron Zaba y Pablito. El primero salió con el corte que se ve en la foto que provocó un charco de sangre en el área rival. Todo ciudad quedó sorprendido de que dicho fluido saliera del hippie neo liberal K. Fedempum salió con un tirón con olor a desgarro. Aunque en el cuerpo técnico son optimistas ya que "la madera no se desgarra, se astilla" fueron las palabras del Mago Polero.

 Las últimas tres llegaron, otra vez, por el lado izquierdo y los pies de Marce. La primera tras un remate al primer palo, tras amagar a tirar el centro, que el arquero logró desviar. La segunda un remate desde afuera que cayó detrás del portero, la pelota dio en el palo y volvió a las manos del uno. Insólito. La tercera y última del partido llegó tras un tiro libre que, nuevamente fue contenido por el uno que, con poca pinta, consiguió llevarse el premio chamigo.

El pitazo final dejó una sensación de oportunidad desaprovechada, pero el fútbol es tan dulce como amargo y, luego de dos semanas, la ilusión volverá a renovarse cuando comience a rodar la caprichosa.

C8

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