
Barrilete volvió a empatar a pesar de mostrar su mejor versión futbolística. Luego de un primer tiempo casi perfecto y de encontrarse en desventaja en el complemento, logró el empate sobre la hora y con uno menos.
El resultado no acompaña, se hace desear. Barrilete sigue invicto, de derrotas y de victorias. Los empates se suceden pero con distintos matices. La mitad del vaso lleno se vislumbra en el nivel futbolístico. Salvo el partido de la fecha 3 vs SQSS, el equipo responde pero no gana.
El Triunvirato tiene una idea y la aplica, el sistema se respeta y los nombres se empiezan a repetir. La confianza se nota en puestos clave pero se pierde en jugadas puntuales que terminan en gol. Los jugadores aumentan su nivel y se emparejan, es tan difícil encontrar figuras rutilantes como rendimientos desastrosos. El equipo se empareja y la idea se fija, falta el resultado.
Si en el primer tiempo Barrilete hubiera sido un instrumento, hubiera sonado como un vviolín. Orden defensivo, manejo de la pelota en la mitad y presión arriba. Destellos de creatividad y llegadas claras. Pero el fútbol se gana con goles y el 0-0 tuvo sabor a poco.
El rival? Si, claro. Me olvidaba. Los Pete llegaban como punteros e invictos, con 9 puntos en 3 partidos jugados y buen porte físico. En ese primer tiempo llegaron sólo dos veces. Una luego de una pelota parada que anticiparon en ofensiva y la pelota se estrelló en el palo derecho de Germán y, la segunda, tras un cabezazo del 9 que Germán intentó contener recibiendo una paralítica que lo condicionó todo el partido.
Barrilete probó desde afuera y desde adentro, con desbordes de Octavio y buen juego asociado por la izquierda. El trío Santi, César y Migue se mostró activo y solidario. Zaba y Seba funcionaron como dupla y el medio estuvo muy bien cubierto por un Daro que mostró su mejor versión en este 2011.
El segundo tiempo fue distinto. Los Pete se reorganizaron en el medio y, de a poco, fueron ganando la pelota y los espacios. Su número 00 ("cero cero" impresentable), de mucha habilidad y criterio, comenzó a ganar las espaldas de Daro y Cone (que ingresó como enganche por César). El 11 se asoció en el fútbol y toque y las jugadas amenazaban cada vez mas.
Zaba pecó tácticamente y, tras dos faltas de ese mismo estilo, vió la roja. De esa misma falta, Seba no pudo rechazar de cabeza y envió la pelota dentro del arco. El 0-1 era justo para el momento del partido pero no para el rendimiento global.
Barrilete sintió el impacto pero no se descontroló. César y Santi apostaron al peso ofensivo y el equipo quedó con 3 puntas. Migue, Marce y Maxi bien arriba y a buscarlos de todas las formas posibles. El palo le negó el empate al verde tras un pelota parada y los minutos se consumían. Pucho ya estaba en la cancha para proyectarse a lo pupi Zanetti por derecha.
En ese interín Barrilete se la jugó y Germán salvó al equipo del 0-2 en un par de ocaciones, demostrando sacrificio para un jugador que no siente el arco y mucho ímpetu para no dar por perdida ninguna pelota (terminó salvando un gol con los pies en la línea de meta).
Pero el fútbol es fútbol y, cuando el árbitro ya había marcado los 3 minutos de descuento, Pucho logró su cometido combinando huevo y criterio. Robó una pelota con toda la garra y encaró el desborde, antes de llegar al fondo envió un centro atrás, rasante y a la altura de la medialuna. Cone, quién cruzó la cancha de izquierda a derecha, conectó sin dudar y la pelota entró abajo, a la derecha del arquero. "Ese gol fue un alivio" declaraba el Mago después. El grito fue con bronca y el resultado justo.
Barrilete sigue por el buen camino, sin desesperarse y demostrando que está a la altura de la categoría. Falta un plus y, seguramente, éste será la consecuencia de un funcionamiento aceitado en una mayor cantidad de minutos por partido.
C8
El resultado no acompaña, se hace desear. Barrilete sigue invicto, de derrotas y de victorias. Los empates se suceden pero con distintos matices. La mitad del vaso lleno se vislumbra en el nivel futbolístico. Salvo el partido de la fecha 3 vs SQSS, el equipo responde pero no gana.
El Triunvirato tiene una idea y la aplica, el sistema se respeta y los nombres se empiezan a repetir. La confianza se nota en puestos clave pero se pierde en jugadas puntuales que terminan en gol. Los jugadores aumentan su nivel y se emparejan, es tan difícil encontrar figuras rutilantes como rendimientos desastrosos. El equipo se empareja y la idea se fija, falta el resultado.
Si en el primer tiempo Barrilete hubiera sido un instrumento, hubiera sonado como un vviolín. Orden defensivo, manejo de la pelota en la mitad y presión arriba. Destellos de creatividad y llegadas claras. Pero el fútbol se gana con goles y el 0-0 tuvo sabor a poco.
El rival? Si, claro. Me olvidaba. Los Pete llegaban como punteros e invictos, con 9 puntos en 3 partidos jugados y buen porte físico. En ese primer tiempo llegaron sólo dos veces. Una luego de una pelota parada que anticiparon en ofensiva y la pelota se estrelló en el palo derecho de Germán y, la segunda, tras un cabezazo del 9 que Germán intentó contener recibiendo una paralítica que lo condicionó todo el partido.
Barrilete probó desde afuera y desde adentro, con desbordes de Octavio y buen juego asociado por la izquierda. El trío Santi, César y Migue se mostró activo y solidario. Zaba y Seba funcionaron como dupla y el medio estuvo muy bien cubierto por un Daro que mostró su mejor versión en este 2011.
El segundo tiempo fue distinto. Los Pete se reorganizaron en el medio y, de a poco, fueron ganando la pelota y los espacios. Su número 00 ("cero cero" impresentable), de mucha habilidad y criterio, comenzó a ganar las espaldas de Daro y Cone (que ingresó como enganche por César). El 11 se asoció en el fútbol y toque y las jugadas amenazaban cada vez mas.
Zaba pecó tácticamente y, tras dos faltas de ese mismo estilo, vió la roja. De esa misma falta, Seba no pudo rechazar de cabeza y envió la pelota dentro del arco. El 0-1 era justo para el momento del partido pero no para el rendimiento global.
Barrilete sintió el impacto pero no se descontroló. César y Santi apostaron al peso ofensivo y el equipo quedó con 3 puntas. Migue, Marce y Maxi bien arriba y a buscarlos de todas las formas posibles. El palo le negó el empate al verde tras un pelota parada y los minutos se consumían. Pucho ya estaba en la cancha para proyectarse a lo pupi Zanetti por derecha.
En ese interín Barrilete se la jugó y Germán salvó al equipo del 0-2 en un par de ocaciones, demostrando sacrificio para un jugador que no siente el arco y mucho ímpetu para no dar por perdida ninguna pelota (terminó salvando un gol con los pies en la línea de meta).
Pero el fútbol es fútbol y, cuando el árbitro ya había marcado los 3 minutos de descuento, Pucho logró su cometido combinando huevo y criterio. Robó una pelota con toda la garra y encaró el desborde, antes de llegar al fondo envió un centro atrás, rasante y a la altura de la medialuna. Cone, quién cruzó la cancha de izquierda a derecha, conectó sin dudar y la pelota entró abajo, a la derecha del arquero. "Ese gol fue un alivio" declaraba el Mago después. El grito fue con bronca y el resultado justo.
Barrilete sigue por el buen camino, sin desesperarse y demostrando que está a la altura de la categoría. Falta un plus y, seguramente, éste será la consecuencia de un funcionamiento aceitado en una mayor cantidad de minutos por partido.
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