Operación Marruecos
Sábado 23 de Mayo, otoño, Plaza Principal de Rabat, ciudad capital de Marruecos, la cual alberga la mayor cantidad de universidades del país. Segunda misión del año en Clave Rosa, no era grave pero si importante. Nick Getwar era de los más nuevos en la KIA (Kite Internacional Agency), agencia dedicada al contraespionaje internacional, que brinda servicios a Millonarios que se ven comprometidos en operaciones turbias y que son asediados por el FBI, la DEA y la MI6.
Nick estaba casi retirado, agotado de vivir en las sombras, a escondidas y su mujer le requería más tiempo en casa. Ella era lo suficientemente inteligente como para no preguntar a que se dedicaba su comprometido y el era lo necesariamente reservado para respetar las reglas de su trabajo.
Una tarde de verano, Nick disfrutaba de unas vacaciones íntimas en Ferrugem, balneario de Florianópolis, Brasil, alejado de las luces, los espías de otras agencias y el caos de las grandes capitales del mundo que solía frecuentar en cada una de las misiones a las que asistía. El Mayor Sebastian Cat (léase Sebástian), arribó a la vieja posada y esperó quedar a solas con Nick, untado en Hawaian Tropic, disfrutando de un baño de Sol, reconoció enseguida la voz gastada del sexagenario.
El Mayor Cat, conservaba restos de su antigua melena enrulada, siempre desprolijo y cojo de ambas piernas, los ligamentos de sus rodillas eran reingertos nalgales carentes de eslaticidad. Veterano de la guerra del Golfo, y con más de mil batallas nocturnas, era especialista en ataques contra ejércitos jóvenes y débiles, había creado la KIA para hacer la diferencia económica que el ejército de EEUU no cubría con sus “honorables” pensiones.
Todo empezó con la comercialización de repuestos para tanques adquiridos de contrabando a un exorbitante bajo precio, producto del aprovechamiento sobre los rusos luego de la guerra fría. Su emprendimiento lo hizo codearse con personalidades poderosas hasta que supo detectar el mayor “problema” que acosaba a sus clientes, el espionaje oficial.
Por ese entonces, Cat reclutó a los mejores espías internacionales desertores, Sir Fedenczuc “el irlandés”, letal asesino de arma blanca, momentáneamente inactivo por cierta enfermedad venerea contraida en selvas no vírgenes, encargado de la inteligencia estratégica estaba el Capitán Sly “la cobra” Tiago, de origen italiano pero criado en Filadelfia, su especialidad eran las trampas, el trabajo fino, pésimo conductor y peor financista, pero excelente en el ataque por la espalda. La tropa de elite se completaba con el Rabino Levy, resposable de las comunicaciones, le decían “el pulpo” por el tome y traiga de la información, inmiscuido entre los grandes gobernantes del mundo, era capaz de persuadir a Bill Clinton, Isaac Rabin, codearse con Sadam Husein y cerrar acuerdos económico financieros con el Presidente Chávez. No tenía sentimientos y era el encargado de comunicar las bajas a los veteranos cesados en el cargo.
El Mayor Sebastián necesitba la cintura y el carácter de Nick, no confiaba en la relación que mantenía con su futura esposa y suponía que la oferta sería tentadora para las aspiraciones de Getwar.
-Te necesito, serás el responsable de la Inteligencia Operativa- dijo Cat
-Cuente conmigo-, respondió Nick.
Un minuto más tarde estaban hablando de la próxima misión.
Clave Roja implicaba terminar con algún enemigo, en su primera misión, Nick asistió las andanzas del Luck Holligan, quien terminó, en sólo 45 minutos, con la vida del peligroso asesino disfrazado de Economista Charles Bloodeye, fueron tres certeros disparos, uno en el pecho y dos en la cabeza.
Nick entendió rapidamente cuál era la filosofía de KIA.
Clave Rosa, no implicaba comprometer la vida de ningún enemigo, sí confirmar los avances logrados en la anterior misión. Muchas veces consitía en limpiar las pruebas, otras en comprar el silencio de algún posible implicado peligroso y otras filtrar información confusa, pera desviar la atención de la policía local.
Nick estaba siendo entrenado, ahora era él quién tenía que actuar, se reunió con Levy quien le dijo el “qué”, Fedenczuc le ofreció su protección a pesar de su reciente inactividad y el Capitan Sly le allanó el camino sin que Nick lo supiera.
El “cómo” era el trabajo de Nick Getwar, Luck había sido muy preciso, pero Charles Bloodeye no era un improvisado, ante el temor de que algo le pasara, distriobuyó su final anunciado entre los organismo oficiales, enemigos de la KIA, más aún por el mote de “desertor” que portaba el Mayor Cat, buscado por la INTERPOL, vivo o muerto.
Nick vestía una camisa negra con unos pantalones blancos que desentonaban ya que la promesa de nuevos uniformes se venía retrasando semana tras emana. Entrado en el corazón de Rabat, Getwar vió como las cosas se complicaban, sintió que lo estaban siguiendo, utilizó sus artilugios para esconderse y logró deshacerse de sus perseguidores. Ese mismo día, una bomba cayó en la base secreta de KIA, el agente Hernán Buda sufrió heridas leves y quedó incomunicado. Nick se dio cuenta que no podía quedarse ni un minuto más en Rabat, se dirigió a una agencia de avisos clasificados publicó en la edición internacional del NY Times, el mensaje estaba en clave, dentro de la sección de servicios de mensajería móvil con la clara intención de comunicarse con Levy.
El mensaje decía “Me acabo de casar y soy el hombre más felíz, volveré pronto de Luna de Miel, no me extrañen”
“Me acabo de casar”: estoy siendo perseguido
“Soy el hombre más feliz”: me voy en busca de ayuda
“Volveré pronto de Luna de Miel, no me extrañen”: cuando vuelva terminaré mi trabajo, cúbranme.
Levy informó al Mayor Cat y este recurrió a César “The Promise” Poolhero, ex Comandante de la Infantería de Texas, siempre lucía botas, no utilizaba los celulares para comunicarse y era el encargado de auxiliar las operaciones que se habían complicado.
Sorpresivamente, César fue eliminado súbitamente, una coqueta señorita que había sufrido los desprecios del “texano” lo sorprendió desprevenido mientras el agente saboreaba un trago de amargo Cuyano que siempr llevaba consigo en su cantinplora forrada en cuero de chancho, caminando entre los suburbios de Rabat, sin dudarlo, la señorita se le acrecó por la espalda, le robó el facón que colgaba de su cintura y se lo enterró en el pulmón izuiqerdo, pronunciando las mismas cuatro palabras una y otra vez: -¡Esperaba tu llamado pascuerano!
Cat había perdido a uno de sus mejores hombres y sabía que no podía introducir más agentes, entonces, no encontró mejor plan que devolver a Getwar el mensaje por la misma vía, pero esta vez, en la sección de avisos fúnebres. “Sir Texas te recordaremos con amor, siempre estarás en nuestro corazón”
“Sir Texas te recordaremos con amor” César ha sido eliminado por el enemigo
“siempre estarás en nuestro corazón” Vuelve a la misión.
Nick, escondido en Kiev, leyó el mensaje en la edición matutina del New York Times y tomó el primer vuelo hacia, Rabat. Sabía que la misión dependía de sus habilidades. Al arribar al aeropuerto de Marruecos utilizó una de sus tantas identidades, su pasaporte decía Salvador Cañones, nacionalidad: guatemalteco, profesión: ingeniero en sonido, motivo del ingreso: vacaciones.
Las pistas eran aún más confusas, con un agente menos y con la MI6 buscándolo, parecía imposible dar con quien estaba filtrando la información peligrosa. KIA había estado cerca en varias oportunidades, pero el tiempo estaba en agonía, se extinguía y la desesperación no debía aparecer, Nick estaba entrenado para eso.
En un momento de concentración, Getwar recordó una de las primeras pistas de su misión, el número 1 se repetía y su cerebro había estado funcionando mientras tanto.
Presintió que el final se acercaba, en un callejón abandonado abrió su maletín y encajó parte por parte su rifle M40, con mira telescópica y láser de punto rojo, al estilo T800. Su cabeza le hizo "click" y la cantidad de números uno se repetía 7 veces, "1111111", la cantidad de pistas habían sido 2, el sistema binario indicaba que el 1111111 equivalía al número decimal 127. El puerto de Rabat estaba organizado en Muelles, se lo conocía como “el puerto de los mil muelles”. Nick, compró un sobretodo en una tienda de Bachino, ocultó el rifle debajo, tomó un taxi y se dirigió al famoso puerto.
Al llegar buscó el muelle 127 y se encontró con la sorpresa de que los muelles eran 100, el dicho exagerado agregaba un cero por el constante movimiento del puerto. Nick estuvo a punto de entrar en pánico, pero el detalle de los carteles que indicaba el número de cada muelle le dio la pista que faltaba. Estaban en números romanos, y el 127 equivalía a “CXXVII”, se esforzaba por pensar y recordó las palabras del “texano” que solía repetir asiduamente el Capitán “la cobra” Tiago “-la paciencia de la araña-”.
Nick tomó lápiz y papel y escribió el número…C indicaba la cantidad de muelles, cien, XX la peligrosidad del sospechoso. Una X indicaba una peligrosidad leve, XX una peligrosidad media y XXX indicaba que el sospechoso era muy peligroso. La Clave Rosa confirmó la teoría de Getwar, pero faltaba descifrar el número “VII”. Nick, con los ojos cerrados, imploró por una solución, tanto fue su fe que una sirena ensordecedora lo asustó. Un crucero pintado de amarillo comenzaba a alejarse de la costa, logró visualizar su nombre “Deadly”.
-¡Pecados!- gritó Nick y se dio cuenta por qué el número 7.
-Los pecados capitales!- El crucero debía ser del informante, no podía no ser un hombre importante, Levy se lo había advertido. Gatewar buscó altura, no era uno de sus fuertes, saltó sobre la cubierta de un pesquero amarrado al muelle XXV y subió al techo del mismo.
Nick Getwar desenfundó su rifle M40 y utilizó la mira telescópica, -Vamos!-, susurró.. toda la tripulación vestía uniforme amarillo con vivos negros,
-Son todos iguales!-, se quejó Gatewar
En la cabina del capitán visualizó un hombre totalmente calvo, vestido íntegramente de celeste y con guantes, al estilo francés. El rayo láser era imperceptible a la luz del sol, pero la habilidad de Nick, se favorecía por la claridad. Nick respiró profundo y la nuez dibujó un ida y vuelta en su garganta. Apretó el gatillo con tal precisión, que la primer gota de sangre tardó 5 segundos en caer, recorriendo todo el traje de frac celeste para luego tocar el piso, casi al mismo momento que su cabeza se estrellaba contra la baranda de la cabina.
Minutos más tarde, la conversación fue la siguiente:
-Mayor, la Clave Rosa ha sido descifrada.-
-Muy buen trabajo Nick, te espero en la Base E.-
-Me gustaría ver a mi mujer.-
-Los muchachos te esperan, ya vas a tener tiempo de verla.-
-Pero, Mayor, yo la ext…-
-No sea pollerudo teniente, ya tiene su próxima misión, vuelve el Irlandés.-
-Ahí estaré entonces.-
-¿Sabe cual es el rango que le sigue Teniente?-
-Si Mayor, Capitán.-
-Exacto Teniente, siga esforzándose.-
-Creo que voy a tener problemas con Sly-
-¿Me chupa un huevo…!-
Cone(9)
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