La Fotonovela Edición N°1

"Crónica de una pandereta desafinada"

Marianito siempre fue un pibe querendón, su "s" arrastrada casi convertida en "z", su preidsposición para la joda y las discusiones, sumado a su buen nivel futbolístico, lo acercaron casi inmediatamente la grupo barrileteano.

Como todo purrete con ansias de vandalismo, formó parte de la barra de Barrilete, bombo en mano, brindó todo su aliento y comenzó a administrar la Helatodo, el hielo ha sido su aliado desde siempre.

Tuvo su momento de gloria, pedido por los dirigentes y el DT de turno, la llegada al equipo ya era un hecho, fue invitado por el plantel a la pretemporada en Gualeguaychú y se las ingenió para seducir a la Carrozo quien en ese verano estrenaba cubiertas nuevas.

Pero de los orígenes nadie se olvida y las hipponas del camping sabían a quien acercarse para conseguir lo que buscaban. Sabiendo que no había controles antidoping, el pequeño Zaba hizo valer sus contactos.

Todo tienen su precio decía el defensor, y claro, lo cobraba en especias, a plena luz del día y en la "cama" de Román, alma gemela que se había ido a conocer el museo de la ciudad.

Luego de su paso por Europa, Marianito, ya convertido en simplemente "Zaba", se puso la casaca del verde y se ganó rápidamente la titularidad, hasta jugó de 9, causando estragos en el area propia (a fuerza de goles en contra) y en la de los rivales (por su olfato goleador).

Pero si hablamos de olfato, nadie puede negar que las mujeres no son su erudicción, puramente socialista, reparte a todas por igual, hace actos de caridad respetando su lema: "mientras sea mujer mejor".

Ya cebado por la fama, lo éxitos y las sustancias prohibidas, no tuvo reparos en ningunearle la chachi a Cremona, su fama de Don Juan se extendía por todo el conurbano llegando al ocote de todas las pardas.

Su noches interminables de fama, sexo, alcohol y drogas le quitaban tiempo para el aseo. Sus rivales dejaban de marcarlo y su presencia era detectada por cualquier persona que esté a 5 metros, su aliento colapsaba el medidor de alcoholemia y eso le dio licencia para profundizar su adicción.

Ya fuera de sí, y cansado de su propio éxito, comenzó con experimentar tácticas ajenas, vistió el disfraz de payaso de juanchilín y encaró a todas las chanchonas que pasaron por su lado mientras se vislumbraba la llegada de un nuevo amigo y mentor.

Fede Prado, amigo y DT, colaboró con el deterioro del ídolo. Ya casado y comprometido con el ahorro, la mula vió en Zaba al Prado que vivía en San Telmo, lo banco en la titularidad y le recomendó la práctica del sexo libre, sin cuidados, el final a esta altura era predecible. También le enseño a cagar en la calle.

Martín Ciccioli lo hizo público, el ocaso del "Zaba de la gente" pudo verse a través de la pantalla de America en el programa Calles Salvajes, fue tal el pico de rating que le ofrecieron co-conducir la versión de medianoche del programa "Calles Zabajes", donde se lo filmaria deambulando borracho por la city porteña acompañado de Zulma Lobato y el Traba Francisco (conocido por haberle robado el V3 a Prado utilizando la estrategia de "caricias al ganzo", también obtuvo popularidad al ser hospitalizado tras la golpiza que le propino la Promesa de Tejedor al detectar que le había robado la billetera).

Oportunamente y gracias a la desinteresada(?) ayuda de La Cobra Tiago, los restos de aquel excelente jugador, latin lover y merquero fueron llevados a la Granja de Recuperación para Neo Hippies Socialistas, donde tiene libertad para tocar el Trombón, la pandereta y tratarse con hielo seco en todos los lugares del cuerpo afectados por su pasado vertiginoso.

Zaba hoy.

Cone(8)