DAR DE NUEVO
Barrilete mostró su fútbol en un clásico y mostró una mejora de actitud en relación a los últimos partidos, cambió el esquema (Cachín puso un 3-4-3), se animó a jugar y casi lo gana en la última.
La historia marca que Barrilete nunca perdió un clásico y éste fue un partido con condimentos especiales, la antigüedad del rival en la liga, las mañas de sus pilares y el conocimiento por parte de los mejores recursos del Bi hacían de éste encuentro un partido muy especial. El DT del verde necesitaba dar una vuelta de tuerca al equipo para afrontar este compromiso y desde el inicio se la jugó con una ambiciosa línea de tres, Coco Volpi, Celso Laime y Juanma Arguelles y tres delanteros para buscar lastimar a su rival. Ecofutbol presentó un clásico 4-4-2 disponiendo de una clara idea de atacar por la punta del Payaso Arguelles, pero se topó con una actuación sólida del lateral-volante alguna vez seleccionado por la UBA. Cesar Polero fue titular por primera vez en el torneo (volvía de una lesión) y a pesar de que no fue uno de sus partidos, se vio una intención clara de manejar la pelota con criterio. Santi Cremona se tiraba atrás para juntarse con el Mago mientras que Damian Eiberman y Martín Serati se ubicaban como delanteros bien de punta. La presión en la mitad de la cancha obligó al equipo vinotinto a replegarse atrás y a cometer errores, Carlos Velazquez perdió una pelota en el área con Cone quien habilitó a Maxi Eiberman que no pudo empujarla a la red tras un buen cierre de Martín Ricca. Barrilete era más y lo reflejaba con la poseción de la pelota y el manejo de los tiempos. Sin embargo Ecofutbol respondió con una pelota parada que increiblemente no pudo empujar al gol tras dos cabezazos en el área del verdinegro. El primer tiempo terminó con una sensación de partido peleado, Ecofutbol ajustó las marcas en el medio y Barrilete intentaba desde afuera con un par de disparos de Cone y algunos centros en pelotas parada. El segundo tiempo mostró cambios tácticos, Barrilete salió con un 4-4-2 y Ecofutbol cambió su manera de atacar, centralizó el juego y las mas peligrosas se generaron por el medio, Guille era el jugador más punzante y si no fuera por una posición de adelanto hubiera vencido la valla de Niki tras una mala cobertura luego de un tiro libre. El partido cambiaba de dueño constantemente, Darío Levy fue convirtiéndose en figura quite tras quite y Barrilete jugaba desididamente de contra, la entrada de Chanchi Gelabert le agregó ambición al ataque barrileteano y casi lo gana en la última del partido, asistencia riquelmeana de Santi Cremona y definción cruzada del goleador que beso el palo izquierdo de un Leandro que ya estaba vencido. Esa jugada pudo haber cambiado la historia y hoy la sonrisa sería completa, porque a pesar del empate que, numericamente no sirve de mucho, el cambio de mentalidad manifestó una remontada de este Barrilete que no quiere quedarse sin hilo.
